En este mes de Noviembre, existen una serie de características que vienen del pasado de nuestra historia sobre al amor. Y en DAELVA te queremos regalar algunas ideas para que celebres con respeto y mucha paz.
Estas primeras fechas de Noviembre antes de la Natividad, coinciden con el primer domingo de Pentecostés de la iglesia ortodoxa, donde se rendía culto a los seres queridos que recordamos con cariño. Descriptivamente el término en griego, significa quincuagésimo día del Tiempo Pascual, que conmemora la resurrección tras tres jornadas después de la crucifixión de Jesús.
A la vez tenemos en el calendario, el primer domingo de la Luna Llena de primavera. El plenilunio es la fase lunar debida a la situación del planeta Tierra entre el Sol y la misma Luna, con práctica alineación de los objetos celestiales y una visualización total del 100 por ciento. Es decir, la Superluna estaría aproximadamente a una distancia de unos 356.000 kilómetros, siendo la más cercana, hasta que transcurrran otros 10 años más en 2034.
Una curiosidad visual tocante a Noviembre, es que no se podrían observar sus cráteres, con motivo de la máxima luminosidad que impide la vista de sombras en la superficie lunar. Pero sí, de ciertos rayos procedentes de un cráter radiante. Y aunque la luz reflejada del Sol hacia nosotros, es totalmente circular, es una época propicia para los eclipses lunares. En DAELVA, podemos darte algo de luz adicional, para que la observes con tus seres amados.
La Historia
Se dice que de aquellos tiempos, se procedió a la unificación en día señalado por la iglesia, de aquella Persecución de Diodeciano en el 303 d.C. Así el número de perseguidos como mártires del ejército romano, sería tan enorme que tuvieron que resumir su conversión sagrada en ua única fecha. La festividad se celebra en muchos lugares del planeta desde entonces, y las flowers son parte de nuestro homenaje.
La denominada Legion Aquila romana, cumplía misiones de crisis en las fronteras del imperio, cuyos soldados se reclutaban durantes 25 años… Si es que, no pasaban a formar parte del día de difuntos, evidentemente. Ésta consistía en 10 Cohortes de 6 Centurias en cada una, y las cuales se componían de 80 hombres apoyados por otros 20 no combatientes, dirigidos por un jefe profesional ascendido por méritos en batalla, llamado Centurión.
Dato curioso, sin embargo, es que la centuria no contó nunca en la historia de Roma, con ese total de 100 integrantes sino solomente 80, llamada Legion Augustea hasta el siglo III del Alto Imperio.
De ellas un veterano, el pilus prior era nombrado comandante de la cohorte al completo y con dos franjas purpuras formaba parte de la clase ecuestre, que portaba el estandarte del águila famosa. Esta imagen fue inicialmente un ramo de paja o helechos, y sería el escritor y militar Plínio el Viejo – el redactor de la erupción del Vesubio en vivo, y no -, quien lo sustituyó por una figura animal: un lobo, el minotauro, caballo, jabalí o el nombrado águila.
Hecha de plata o bronce en extensión de alas, tenía pequeño tamaño y se recuerda que el emperador Julio César, cuando su ejército estaba en peligro, la arrancaba del estandarte y protegía entre su propia faja. Un secreto bien guardado, como un próximo regalo de DAELVA